Así como en la década del ’60 surgió el, entonces, nuevo concepto de Diplomacia Pública, a la par se fueron desarrollando los primeros experimentos computacionales. Pero no fue hasta fines de los ’90 que las llamadas “nuevas tecnologías” comenzaron a jugar un rol relevante en el campo de las relaciones internacionales, lo que hoy cobra cada vez más relevancia, al ser testigos de cómo algunos mandatarios están dirigiendo políticas internas y externas a través de twitter.
Ejemplos sobran y dan sustento y justificación a la realización de proyectos como el recientemente presentado por el Director Adjunto del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Miguel Ángel López, quien en conjunto con el académico Daniel Aguirre y el Magíster en Estudios Internacionales, Matthias Erlandsen, editaron el libro “Diplomacia Pública Digital: El Contexto Iberoamericano”.
La actividad tuvo lugar en la sede del IEI. La presentación del trabajo estuvo a cargo del Director de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador Gabriel Rodríguez, y del académico Roberto Durán.
Sobre el particular, el diplomático destacó que en Iberoamérica son pocos los países que reconocen la diplomacia pública como una política de estado, entre los que cuentan México, España y Costa Rica. Los demás, incluyendo Chile, desarrollan una personalización de la diplomacia pública, referida más bien a ciertos líderes, que han construido una personalidad política a partir del uso de las nuevas tecnologías, principalmente twitter.
Y agregó que los mensajes transmitidos a través de estos medios conllevan una carga emocional distinta. “Estos mensajes aparecen cuando se presenta un problema puntual y la tecnología ofrece la capacidad de sumergirse, ocultarse y, al mismo tiempo, determinar las formas de interacción humana”, explicó.
Asimismo, recordó que las nuevas tecnologías tienen una férrea relación con el manejo de los big data, que serán la materia prima del futuro inmediato, pues constituyen un repositorio de información que constituyen elementos claves para la inteligencia y hacen posible, por ejemplo, influir hasta en el proceso eleccionario de un país, como ocurrió en Estados Unidos, o cambiar los destinos de una nación, como ocurrió con el Brexit en Gran Bretaña.
Por su parte, el profesor Durán afirmó que la diplomacia pública ha existido siempre acompañando a la diplomacia formal. Sin embargo, admitió que las nuevas tecnologías han dotado a este fenómeno de un poder y fuerza sin precedentes. Por lo que advirtió sobre ciertos peligros que involucra. “Estas son capaces de desdibujar la realidad y generar confusión por la gran cantidad de información que se maneja. Lo anterior hace indispensable que los gobiernos, en estos casos, logren encausar la información y hacer un seguimiento a los datos, pues no debemos olvidar que la finalidad última de la diplomacia es lograr acercar a los países”, expresó.
El Libro
Cabe destacar que el libro recién presentado contó, para su publicación, con el apoyo de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica. En su contenido, destacan los trabajos de diversos autores. En la primera parte, Alejandro Ramos y Luz Espinoza abordan el caso mexicano; mientras que Claudio Elórtegui e Ignacio Milies se refieren al caso de Eduardo Patiño, en Ecuador, y Juan Luis Manfredi y Rafael Rubio presentan el desarrollo de la diplomacia pública digital en España.
En la segunda parte, participan: Sergio Salinas, con el caso venezolano; mientras que Matthias Erlandsen y María Fernanda Hernández, abordan el uso que la ex Presidenta Cristina Fernández hacía de las redes sociales en Argentina.
La tercera parte se concentra en estudios coyunturales de casos de diplomacia pública digital, con aportes de Vivian Peron y Sivaldo Pereira da Silva, quienes analizan el uso de twitter por parte de Itamaraty durante el juicio político contra Dilma Rousseff. Por su parte, los profesores Miguel Ángel López y Daniel Aguirre abordan el uso de twitter en la disputa chileno-boliviana. Finalmente, Marco Vinicio Méndez-Coto y Rosmery Hernández, se refieren al caso de Costa Rica.
Mención aparte merece el prólogo, a cargo de uno de los principales referentes en el estudio de este tema, el Director del Programa de Maestría en Diplomacia Pública de la Escuela de Comunicación y Periodismo de la University of Southern California, profesor Nicholas J. Cull.
Por el momento, en nuestro país, el libro está disponible en versión digital, la cual puede descargarse gratuitamente desde el repositorio de la Universidad de Chile o desde la página web del IEI.