La búsqueda de nuevas alianzas público-privadas para diversificar los socios y las modalidades de cooperación, promoviendo el intercambio y la movilidad no solo de conocimientos, sino también de recursos donde participe la Academia, la sociedad civil y las empresas, como un aporte al Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, constituye uno de los principales desafíos de nuestro país en materia internacional.
Así lo expresó el Director Ejecutivo de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), Embajador Juan Pablo Lira, al participar en el primer Mediodía sobre Desarrollo y Cooperación Internacional, organizado por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
Durante la actividad -la antesala a la presentación del nuevo Magíster en Desarrollo y Cooperación Internacional, que se comenzará a impartir en el IEI a contar de 2019- el Embajador Lira también destacó como desafío-país la inserción internacional de las universidades. “En ello, la cooperación para el desarrollo posibilita compartir talentos y realizar un aprendizaje conjunto, que genera procesos virtuosos. Hoy las instituciones de educación superior forman parte de la cooperación chilena, a través de la entrega de becas para estudiantes de territorios fronterizos de Argentina, Perú y Bolivia; cursos internacionales en temas claves, como la gestión y mitigación de desastres, entre otros”. Y agregó que “el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile tiene un gran potencial de aporte en materia de Educación para el Desarrollo ciudadano, junto con la producción de conocimiento más específico desde lo académico, sobre lo que es y debe ser la cooperación de Chile”.
País “graduado”
El Embajador Lira también se refirió al contexto político de la cooperación internacional y la “graduación” de Chile, que se concretó en octubre de 2017, quedando excluido como receptor de la Ayuda Oficial al Desarrollo.
“Para el Banco Mundial, el mecanismo de medición de desarrollo era el Producto Interno Bruto (PIB) y de acuerdo a este, ya no nos correspondía seguir recibiendo ayuda para la cooperación. Pero el ingreso per cápita no lo es todo y el país sigue teniendo bolsones de pobreza. Además somos país OCDE, lo que tiene muchos beneficios, pero también exigencias que nos obligan a competir con los grandes. Por eso, en la AGCI acuñamos el concepto de país con ‘desarrollo en transición’, pues reconocemos que hemos crecido mucho, pero aún nos falta para considerarnos un país desarrollado”, explicó.
Asimismo, destacó que desde la AGCI se elaboró un estudio que, posteriormente, pusieron a disposición del mundo, logrando que países como Francia, Alemania, España, Italia y Japón, se alinearan con Chile para sentarse a conversar sobre el “desarrollo en transición” y la ayuda de cooperación.