Casa de Bello participó en iniciativa "Yo Opino, es mi derecho"

La no discriminación y la educación son los derechos más valorados por los niños, niñas y adolescentes

La no discriminación es el derecho más valorado por los adolescentes

La segunda edición del proceso de consulta "Yo Opino, es mi derecho" contó con la participación de más de 424 mil niños, niñas y adolescentes, donde se les consultó sobre las principales responsabilidades y las instituciones más valiosas para ellos, así como sobre los derechos que consideran más importantes. La instancia liderada por el Consejo de la Infancia, fue apoyada metodológicamente por el Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC) de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

Bajo el lema "Yo opino, es mi derecho, niñas, niños y adolescentes también somos ciudadanos", la iniciativa buscó promover los derechos de los niños y niñas y las prácticas democráticas.
Bajo el lema "Yo opino, es mi derecho, niñas, niños y adolescentes también somos ciudadanos", la iniciativa buscó promover los derechos de los niños y niñas y las prácticas democráticas.
Entre las respuestas, la no discriminación fue consensuada por el 50,7 por ciento de los cursos participantes de los niveles más altos, seguido por el derecho a la educación (38,4 por ciento).
Entre las respuestas, la no discriminación fue consensuada por el 50,7 por ciento de los cursos participantes de los niveles más altos, seguido por el derecho a la educación (38,4 por ciento).
Entre los niños de educación parvularia y primer ciclo básico aparecen de manera prioritaria los derechos a vivir en familia y a jugar.
Entre los niños de educación parvularia y primer ciclo básico aparecen de manera prioritaria los derechos a vivir en familia y a jugar.

Desde las voces de los adolescentes emerge una mirada crítica sobre la participación ciudadana, identificada con los espacios formales de participación, las instituciones del Estado y los partidos políticos. A juicio de los consultados, estas últimas no promocionarían los valores que ellos defienden. Sin embargo, la percepción inicial se modifica una vez que se les pide reflexionar sobre la instancia misma de deliberación del proceso “Yo Opino”.

Esta es una de las principales conclusiones del proceso de consulta impulsado por el Consejo de la Infancia y apoyado por el Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC). Bajo el lema “Yo opino, es mi derecho, niñas, niños y adolescentes también somos ciudadanos”, la iniciativa buscó fomentar la promoción de los derechos de las niñas y niños, las prácticas democráticas, la responsabilidad ciudadana y la valoración de la diversidad social, cultural y política del país.

Esta experiencia se realiza por segundo año consecutivo y las opiniones se dieron a conocer a las principales autoridades, para que sean consideradas en la elaboración de políticas públicas. Entre las respuestas, la no discriminación fue consensuada por el 50,7 por ciento de los cursos participantes de los niveles más altos. Le siguen el derecho a la educación, con el 38,4 por ciento de las preferencias, y luego el derecho a ser escuchados, con el 35,4 por ciento de las elecciones.

Si bien estas preferencias se repiten en los niveles inferiores, entre los niños de educación parvularia y primer ciclo básico aparecen también de manera prioritaria los derechos a vivir en familia y a jugar. Asimismo, la consulta identificó que el derecho a educación es más prioritario entre los alumnos de establecimientos privados (55,8 por ciento) que para los menores de establecimientos municipales (37 por ciento).

“Este es un proceso único en nuestro país y que tiene pocas referencias similares a nivel internacional. La generación de instancias de discusión sobre los derechos efectuadas por miles de niños, niñas y jóvenes tiene un valor en sí mismo; genera aprendizajes sobre prácticas básicas de la democracia como son la conversación, la deliberación y el aporte de ideas”, señaló Gabriela Martini, directora del PEC, respecto a la iniciativa.

La Universidad de Chile, a través del PEC de la Facultad de Filosofía y Humanidades, participó en el diseño de la estrategia metodológica y la elaboración de los materiales apropiados para el desarrollo de este proceso consultivo en establecimientos educacionales municipales, privados y particulares subvencionados del país, jardines infantiles, agrupaciones juveniles e infantiles, y niños, niñas y adolescentes en aulas hospitalarias, con residencia en el extranjero, privados de libertad o en situación de calle.

Otro de los aspectos interesantes de este proceso es su metodología, ya que procura que niños, niñas y adolescentes reflexionen y deliberen en conjunto; que debatan y construyan acuerdos.
La mirada cualitativa – uno de los aportes del PEC en esta edición del Yo Opino – revela que niños, niñas y adolescentes priorizan la “convivencia ciudadana” expresada como forma de relacionarse con los otros, sobre la “participación ciudadana”. Esto quiere decir que priorizan los valores de respeto por la diversidad –las múltiples formas de ser niño y joven- y una promoción activa sobre la no discriminación.

“Se observa la valoración de discutir entre sus pares, deliberar para tomar decisiones, tiene un “efecto performativo” en ellos. Es decir, que el deseo de “seguir participando” y que “su opinión sea escuchada por adultos e instituciones” se dispara. Incluso consignan la participación y la deliberación como el modo para resolver sus problemas y mejorar la convivencia en el propio espacio educativo. El efecto performativo estaría dado justamente en la experiencia de participar que, una vez desarrollada, deshace la clausura de la “participación ciudadana” permitiendo su reapropiación y encuentro”, finalizó José Miguel Olave, Investigador del PEC y Encargado del Proyecto.

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