Tras las elecciones de este fin de semana, se configuró un nuevo escenario en el Parlamento de la Unión Europea, y aunque la derecha moderada, los socialdemócratas y los liberales centristas siguen siendo mayoría, la extrema derecha tuvo un ascenso importante, que le permitió conseguir nuevos escaños, lo que ha encendido las alarmas en países como Francia y Alemania.
Al respecto, el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, asegura que “es lo que se esperaba para las recientes elecciones europeas”. El panorama de los próximos 5 años luego de estos comicios, agrega, presentan a una “centroderecha tradicional (populares y democristianos) que mantuvo el primer lugar, subiendo 13 escaños con 189 eurodiputados, y la centroizquierda socialdemócrata resistió en el segundo lugar, con 4 asientos menos y 135 totales”.
“La mayor transformación se produjo en los otros sectores, particularmente centro y costados: los centristas liberales lograron 83 representantes, diecinueve menos que hace un lustro; los ultraconservadores del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (liderados por Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, Ley y Justicia de Polonia y Vox, entre otros) incrementaron en 3, quedando en 72; la derecha radical y populista de Identidad y Democracia sube 9, llegando a 58 (de la Reagrupación Nacional francesa de Marine Le Pen, la Liga de Salvini, el Chega portugués y hasta hace poco Alternativa para Alemania); la izquierda posmoderna de verdes y regionalistas –otrora en cuarto lugar y ahora en sexto– cayeron a 53, es decir, 18 menos que en 2019”, detalla el profesor Aranda.
La economía y la guerra han aumentado los intereses nacionales
Juan Enrique Serrano, también académico de del Instituto de Estudios Internacionales de la U. de Chile, aclara que estas elecciones, en particular, “son muy importantes, tienen un peso simbólico muy importante. Yo creo que históricamente tendrán ese valor simbólico por dos razones: la primera es el aumento de escaños de eurodiputados de los dos grupos parlamentarios que se podrían calificar de extrema derecha o populistas de derecha y la segunda no es otra razón que la guerra de Ucrania”.
En este sentido, sostiene que “la invasión de Rusia en Ucrania está generando muchas tensiones en Europa a nivel político porque básicamente es muy cara. El Estado ucraniano está hoy en día mantenido financieramente por la Unión Europea, los países miembros de la Unión Europa y Estados Unidos también, y hay mucho miedo de que se aumente el gasto en los próximos años, que sea cada vez más caro mantener la guerra de Ucrania como está, sin que Rusia gane”.
“También hay que entender que todo el primer año posterior a la invasión, los precios de la energía aumentaron muchísimo en Europa, y eso ha provocado un efecto económico muy fuerte, sobre todo la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias de países como Alemania, Francia, España. Entonces, esas dos razones, el aumento de la extrema derecha y la guerra en Ucrania, han creado un cierto repliegue a los intereses nacionales de cada país”, asegura Serrano.
En cuanto al futuro de la UE tras estas elecciones, el profesor Aranda indica que “las encuestas apuntaron a la inédita cifra del 25% de la Cámara en manos de los etnonacionalistas euroescépticos, lo que les conferiría un poder decisivo en la designación de altos cargos. Al final, pasaron del 15% al 18%, un avance inferior al que se esperaba. Pero como ya hay varios países donde gobiernan –destacando Italia–, dicho incremento les permitirá tener una voz más fuerte en los decisivos días 28 y 29 de junio, cuando se reúna el Consejo a resolver la presidencia de la Comisión y sus altos comisionados”.
Por su parte, Serrano asegura que “hay un poco de exageración en los resultados de la elección del Parlamento Europeo. Si bien la extrema derecha ha sacado un resultado histórico, no es menos cierto que los dos grupos del Parlamento Europeo, centro Izquierda y Centro Derecha, el Partido Popular Europeo y el Partido Socialdemócrata Europeo, se mantienen con la mayoría absoluta, y si sumamos a los Liberales, los tres grandes grupos parlamentarios del Parlamento Europeo que apuestan por la construcción europea comunitaria siguen controlando la mayoría”.