Alberto van Klaveren, profesor del Instituto de Estudios Internacionales y de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, ex subsecretario de Relaciones Exteriores del primer gobierno de Michelle Bachelet y ex embajador de Chile en la Unión Europea, visitó la región para exponer en el coloquio "A cien años de la primera cátedra de relaciones internacionales", organizado por la Universidad de Tarapacá.
"El Prosur es más de lo mismo", dijo, en relación a la última apuesta por la integración sudamericana liderada por el Presidente Sebastián Piñera.
- ¿Cómo Sudamérica puede lograr la integración?
- Creo que estamos muy lejos. Falta seriedad y perseverancia. En Unasur estuvo muy presente la cooperación política, pero no de comercio. Todos los procesos de integración han tenido un componente comercial relevante y también de tránsito y circulación de personas. Unasur no avanzó en eso, lo que marcó su crisis. Su reemplazo, el Prosur, tampoco parece demasiado prometedor. No marca una diferencia significativa.
- ¿Y habrá seriedad a largo plazo? Porque los gobiernos de izquierda conformaron Unasur y ahora los de derecha sostienen Prosur...
- No puede ser que los procesos de integración estén condicionados a la orientación política de los países. Eso es un error garrafal. En Europa, por ejemplo, hay gobiernos de naturaleza muy distinta que convergen en el proceso de integración, y no están condicionados al cambio de gobierno. Gran Bretaña es el único que está buscando salir de la UE, pero en realidad ellos nunca creyeron mucho en la integración. Italia, por ejemplo, si bien ha tenido una postura crítica hacia la Unión Europea, no la ha dejado.
- ¿La integración regional es necesaria para hacer frente a la crisis migratoria?
- Absolutamente, pero va a ser muy difícil. De hecho, ha habido muy poca coordinación. El problema migratorio en Tacna se generó a partir de medidas que fueron adoptadas legítimamente en Perú, como país soberano, pero que le plantearon un problema serio a Chile.
- Algunos referentes políticos temen que el no regular la migración genere movimientos xenófobos. Incluso ya se ha convocado a marchas. ¿Está de acuerdo?
- Creo que es urgente tener un marco migratorio moderno y consensuado. Su ausencia justamente puede dar pie a ese tipo de actitudes. Hay que ser muy cautelosos para evitar brotes xenofóbicos en nuestra sociedad. El potencial está, aunque hasta ahora afortunadamente ha habido un comportamiento bastante compresivo. Ojalá pueda mantenerse.