Los aportes y principales desafíos de los organismos internacionales en el tema de género y comercio; así como la realidad de los acuerdos comerciales en esta materia, fueron abordados hoy, en el marco de la segunda sesión del ciclo Gender and Trade, organizado por los Programas de Cátedras OMC de Chile, México y Barbados.
La actividad, que fue moderada por Amrita Bahri, WTO Chair Mexico, contó con la participación de Simonetta Zarrilli, jefa del Programa de Comercio, Género y Desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), y de Anoush Der Boghossian, oficial de Asuntos Económicos de la División de Comercio y Desarrollo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Durante su intervención, Simonetta Zarrilli destacó que la UNCTAD comenzó a trabajar el tema de género y comercio el año 2010, siendo capaz de generar una serie de investigaciones y recopilación de información que pone a disposición de los países que lo necesiten.
“Uno de los principales beneficios de las organizaciones internacionales es que pueden, y así se ha hecho, anticiparse antes que los problemas formen parte de la agenda internacional y se transformen en algo latente”, afirmó.
Asimismo recordó que el Programa de Comercio, Género y Desarrollo de la UNCTAD ha trabajado de manera intergubernamental y ha proporcionado importante información a los países que han incorporado capítulos de género en sus acuerdos comerciales.
“Tenemos disponible diversos estudios de caso de distintos países, estudios de integración regional, así como una serie de investigaciones en que las partes interesadas han realizado invaluables aportes de información, experiencia y conocimientos”.
Reglamento OMC
Por su parte, Anoush Der Boghossian reconoció la falta de perspectiva de género en el Reglamento de la OMC, “lo que no significa que los acuerdos de la OMC no se puedan implementar con dicha perspectiva”.
En este sentido, destacó que se han implementado una serie de clásulas que facilitan la materialización del comercio liderados por mujeres, como por ejemplo, la Cláusula de Integración para bienes que no exceden un cierto valor, o como otras que permiten hacer los trámites aduaneros en línea, reduciendo tiempos y burocracia. “Esta es una herramienta muy útil para las emprendedoras, pero ha dejado en evidencia otros obstáculos como la tremenda brecha digital que aún separa a hombres y mujeres, así como la falta de conocimiento y acceso a la información de las cláusulas. Por ello se requiere realizar capacitaciones, establecer canales de comunicación, todos elementos que acompañen la factibilidad de las cláusulas”.
Finalmente, Anoush Der Boghossian explicó que la Organización Mundial del Comercio cuenta con una estructura institucional que permite discutir lo que respecta a las políticas de género y comercio. De hecho, destacó que desde el año pasado establecieron un grupo de trabajo informal, en que participan en 179 miembros.
“Otro aporte son las conferencias ministeriales. En la conferencia número 12 los miembros de este grupo informal se abocarán a presentar trabajos realizados sobre comercio y género”, concluyó.
