Como el mayor impacto en la economía mundial, desde la Gran Depresión, calificó las consecuencias de la pandemia por COVID-19, el Director Ejecutivo de Global Governance Forum, Augusto Lopez-Claros, quien el pasado lunes participó en un conversatorio organizado por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
El experto afirmó que dicho impacto ha sido altamente desestabilizador y de alcance global, destacando que solo en 2020 alrededor de 120 millones de personas cayeron en la línea de la pobreza. “Ahora bien, cabe enfatizar que como consecuencia del COVID y, más recientemente, la guerra en Ucrania y las implicaciones que esta ha tenido en el precio de los alimentos, el Banco Mundial ha concluido que la meta de desarrollo sostenible Nº1 (poner fin a la pobreza) de aquí al 2030, es algo inalcanzable”, explicó.
Las Lecciones
A juicio de Lopez-Claros, la pandemia debe dejar muchas lecciones y la primera dice relación con el restablecimiento de prioridades del gasto público, toda vez que el COVID encontró a la mayoría de los países totalmente desprevenidos para enfrentar de manera efectiva sus devastadoras consecuencias.
“Según datos del Fondo Monetario Internacional, en medio de la pandemia, los países de altos ingresos continuaron gastando el equivalente al 6,3% del PIB mundial en subsidiar la gasolina, la electricidad, el gas natural y el carbón, agudizando así el cambio climático y también la desigualdad económica, ya que el 60% de los beneficios de estos subsidios terminan en manos del 20% más rico de la población. Frente a los altos niveles de pobreza extrema, desnutrición y analfabetismo en el mundo, esto representa un desperdicio masivo de recursos. Debería haber un amplio debate sobre las prioridades del gasto público, en el contexto de las demandas futuras de recursos públicos vinculadas al envejecimiento de la población, la mitigación y adaptación al cambio climático, y los desafíos asociados con los presupuestos, ya bajo presión, como resultado de las consecuencias de la pandemia”, sentenció.
Para el Director Ejecutivo de Global Governance Forum resulta indispensable invertir para fortalecer la infraestructura de salud la red de seguridad, mejorar los sistemas de protección social y revisar muy bien la Renta Básica Universal.
“El sistema económico mundial no está resolviendo, a través de los sistemas de cooperación internacional existentes, temas tan importantes como los relacionados con el cambio climático. También necesitamos adaptar nuestras instituciones humanas a las exigencias del presente. Sobre el particular, cabe destacar que la Carta de Naciones Unidas nunca ha sido enmendada en sus 78 años de historia”, afirmó.
Finalmente, Augusto Lopez-Claros, definió el COVID-19 como una manifestación de un aspecto de toda una gama de riesgos catastróficos globales que enfrentamos ahora y que debemos abordar de una manera más proactiva, comenzando con las implicaciones de acelerar el cambio climático. “Necesitamos pensar seriamente en los tipos de arreglos institucionales globales que debemos tener para empoderarnos y hacer frente a las crisis que se avecinan y que tienen el potencial de desestabilizar no solo la economía global sino también nuestro entorno social y orden político”, conluyó.