Un completo panorama de la realidad energética de América Latina y El Caribe y sus grandes desafíos en esta materia, fue lo que contempló la presentación realizada este mediodía por el Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Andrés Rebolledo.
Durante su intervención, el profesional explicó que la región es una de las matrices energéticas más verdes del planeta, liderada, sin lugar a dudas, por la hidroelectricidad. Sin perjuicio de ello, al estar compuesta por países con realidades políticas, sociales y territoriales tan disímiles, el aprovechamiento de esta condición no es la esperada.
“América Latina y el Caribe tienen el privilegio de ser ricas en recursos naturales energéticos, especialmente ERNC. Mientras que el mundo tiene un 14% de renovabilidad, nuestra región tiene el 33%. En este sentido, existe un compromiso regional por seguir avanzando en este camino. Si en 2010 las ERNC representaban el 5% de la capacidad instalada, en 2021 esta cifra se elevó al 19%. Es decir que de 24,25 GW instalados en 2021, 19 GW correspondían a ERNC”, explicó.
Asimismo, señaló que el 41,45% de la capacidad instalada de la región tiene su matriz energética en la hidroelectricidad. A esta le sigue la eólica, solar y térmica renovable. En tanto, el 38% de la capacidad instalada continúa teniendo como matriz la energía térmica no renovable.
“Gracias a los tremendos esfuerzos realizados en materia energética, la región emite bajos niveles de Gases de Efecto Invernadero (GEI) tanto en términos relativos como absolutos. Además, en los últimos veinte años se observa un leve desacople de las emisiones respecto del consumo energético (3% de disminución en las emisiones de CO2 por unidad de consumo final). Ello debido a un amplio proceso de electrificación, penetración del gas natural y avances en la eficiencia energética”, agregó.
Pero aún cuando el escenario es, a simple vista, muy positivo, el Secretario Ejecutivo de OLADE reconoció que aún existen grandes retos por delante y estos pasan por el tema regulatorio, el cual resulta esencial para llevar a cabo una política y planificación adecuadas, de manera que exista coherencia en los tres grandes eslabones que configuran esta cadena: generación, transmisión y distribución.
“La región de Atacama es un muy buen ejemplo de lo que está ocurriendo producto de una inversión y planificación deficientes, pues el 40% de la energía solar allí generada se bota, pues no contamos con redes de transmisión para que pueda ser aprovechada en el resto del país. Pero también tenemos ejemplos en el caso contrario. Hace tan solo unos días iniciamos la exportación de combustible sintético sin huella de carbono, el cual está siendo producido en Punta Arenas”, afirmó.
Al concluir su presentación, Andrés Rebolledo destacó que OLADE hoy impulsa una meta colectiva regional de renovabilidad de cara al año 2030. Y este será uno de los principales temas a abordar en la próxima reunión de la organización, la cual se realizará en Montevideo (Uruguay), en noviembre de este año, oportunidad en que se espera contar con la mayor cantidad posible de jefes de Estado de los 27 países miembros, con quienes además la OLADE quiere conmemorar sus 50 años de vida.