El 4 de julio del año pasado, Elizabeth Andrade Huaringa recibió una noticia inesperada, algo que nunca buscó, pero que sin lugar a dudas significaba un verdadero reconocimiento a la labor que ha desempeñado desde 1995, cuando migró desde Perú para establecerse en el norte de nuestro país.
Ese 4 de julio, el Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), le otorgó el Premio Nacional de Derechos Humanos 2022, por su destacado trabajo en la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes.
Para conocer más sobre su labor y lo que este reconocimiento ha significado para ella, el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile la invitó a participar en una conferencia, en la cual se sumaron como panelistas la Directora de la Unidad de Género del IEI, prof. Astrid Espaliat; la académica del Centro de Investigación en Sociedad y Salud de la Universidad Mayor, prof. Carol Chan; la académica del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, prof. Yasna Contreras, y la académica del IEI, prof. Megan Ryburn.
Durante el encuentro, Andrade relató que aún cuando es educadora de párvulos de profesión, está terminando sus estudios para convertirse en técnico en trabajo social, vocación a la cual la llevaron sus vivencias personales y un sinnúmero de casos de los cuales ha sido testigo presencial, pues no solo fue víctima de violencia de género, lo que la llevó a asentarsre en el campamento “Nuevo Amanecer Latino”, en la ciudad de Antofagasta, sino que desde ahí ha desarrollado un trabajo dedicado y sistemático, asesorando a las y los pobladores en materias habitacionales y creando la agrupación “Rompiendo Barreras”, ahora una Corporación, que aglutina a ocho comités del macro campamento Los Arenales para la interlocución con el Estado.
Méritos que la llevaron a ser Premio Nacional 2002
Elizabeth Andrade ha destacado enormemente por su trabajo como dirigenta, educadora, activista y defensora incansable de los derechos humanos de las personas migrantes, en todas sus dimensiones y a partir de las propias experiencias. Lo anterior demostrado en innumerables proyectos, ideas y aportes para dignificar la vida de cientos de familias.
Un primer proyecto fue el Jardín Comunitario Los Arenales, un espacio autogestionado de mujeres sin trabajo; una iniciativa para el acceso al trabajo y la superación de la violencia de género. Por la visita a Los Arenales de la Relatora Especial del Derecho a una Vivienda Adecuada de Naciones Unidas, Leilani Farha (2017), el FOSIS se acercó y apoyó la Cooperativa Intercultural de Trabajo (CINTRA), otro frente de trabajo comunitario, asociado al Movimiento de Pobladora/es Vivienda Digna (MPVD).
Fue cofundadora de la Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Pro Migrantes de Chile, para la defensa del derecho humano a migrar, promoviendo inclusión y brindando orientación para miles de personas en sus trámites migratorios y el acceso a derechos de salud y educación.
También incidió en la tramitación de la nueva Ley de Migración y Extranjería. En 2018, Rompiendo Barreras logró un apoyo del programa “Conoce tu Ciudad”, de la red Slum Dwellers International (SDI), con estudios topográficos y mapeos; la comunidad formuló su plan maestro para la radicación del macrocampamento Los Arenales, que actualmente cuenta con unas 2200 familias. Gestionó la electrificación de uno de los mayores campamentos de Chile a través de un convenio con la Compañía General de Electricidad (CGE); el acceso al agua potable, en gestiones con el Gobierno Regional; el estudio de mecánica de suelo, en convenio con la Fundación de Superación de la Pobreza.
