Pese a que el 90% de las encuestas daban por ganador al ultraderechista Javier Milei, el resultado de los comicios del pasado domingo 22 de octubre sorprendió a muchos argentinos al constatar que este quedaba relegado a un segundo lugar, con el 29,98% de los votos, siendo superado por el candidato de Unión por la Patria, el oficialista Sergio Massa, quien alcanzó el 36,68% de los sufragios válidamente emitidos.
¿Qué explica este inesperado resultado de primera vuelta? De acuerdo a lo expuesto este mediodía por el académico e investigador del Instituto de Estudios internacionales de la Universidad de Chile, Federico Rojas de Galarreta, serían múltiples los factores. “En primer lugar, el aumento en la cantidad de votantes, pese a la tendencia de abstención leve pero sostenida que viene experimentado Argentina”. A su juicio, Massa recibió votos de quienes se abstuvieron en las primarias, al tiempo que recuperó sufragios tanto en el norte como en el sur del país.
Sin perjuicio de lo anterior, el profesor Rojas señala que ninguno de los candidatos tiene asegurado el triunfo el 19 de noviembre. “Eso dependerá de la migración de votos de los otros candidatos, principalmente de Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio). Además, probablemente en la segunda vuelta vuelva a caer el número de votantes”, explicó.
“La intención de voto no está clara. Por una parte, Patricia Bullrich, al reconocer su derrota, advirtió que no apoyaría una mantención del kichinerismo en el poder, por lo que anunció su apoyo a Milei, lo que no cayó muy bien dentro de la coalición conservadora. Tal vez eso explica el acercamiento entre Milei y Macri. En tanto, Sergio Massa convocó a un gobierno de unidad en base a valores democráticos y está más que dispuesto a salir a pesquisar votos, apelando al fin de la grieta kirchnerismo-antikirchnerismo, y planteando un quiebre en ese clivaje que estructuró la política argentina en los últimos 15 años”
Pero independiente del nombre de quien llegue a la Casa Rosada, lo cierto es que -para el académico- el panorama político argentino cambió para siempre, pues ninguno tendrá mayoría en el Congreso, lo que los obligará a negociar.
En este sentido, cabe destacar que hasta el domingo la ultraderecha de Milei solo contaba con tres diputados y ningún senador, escenario que tuvo un vuelco antes impensado, consiguiendo 38 representantes en la Cámara Baja y ocho escaños en el Senado.
