Durante la tercera sesión del Primer Ciclo de Debate de Pensamiento Internacional, organizado por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, la Academia Diplomática Andrés Bello y el Fondo de Cultura Económica, el profesor Eduardo Gálvez pasó revista a la obra y pensamiento del autor del Leviatán.
En esta oportunidad, el diplomático y académico repasó la relevante figura del filósofo inglés, nacido en 1588, en Westport.
Galvez destacó la relevancia de su conceptualización de las relaciones internacionales, en lo que se llama el “Estado de naturaleza”. “Esto es donde no hay un gobierno común entre los estados, en un marco de anarquía, y esto genera una lógica que él trabaja fundamentalmente en relación a los hombres. Su visión sobre el hombre que busca la autoconservación, desde el individualismo, va a marcar también su pensamiento sobre el Estado y las relaciones internacionales”, explicó.
“Leviatán” y la política
Los primeros escritos de Hobbes, hasta 1640, están enfocados en temas científicos, con especial interés en las Matemáticas y en Álgebra.
Gálvez explicó que inicialmente no tiene interés en la política pero que, sin embargo, se involucra en esta dado el contexto de gran violencia que se vive en Europa y, particularmente, en Inglaterra.
“Hobbes vive vinculado a la gente de la nobleza, a grandes personalidades de Europa y se define como un gran defensor de la monarquía. Asimismo, defiende a la iglesia anglicana, pero la ve como una herramienta de poder, pues -a su juicio- los resabios de las guerras religiosas son un factor de inestabilidad”, señaló.
Su gran obra fue el “Leviatán”, que escribe entre 1949 y 1950, y publica en 1951. Este escrito está dividido en cuatro partes, en las que se abordan la organización de la sociedad y sus distintas formas políticas.
“En su trabajo, Hobbes admite que la vida transita en un constante miedo. La existencia de todo hombre se proyecta como solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta. Pero también reconoce que esta situación no se puede mantener. Por lo tanto, promueve llegar a lo que llama un “contrato social” para crear un poder común, absoluto, que imponga la ley”, explicó el prof. Gálvez.
En el ámbito internacional, Hobbes propone que “lo que va a hacer distinta a la política internacional, a la política dentro del Estado, es la existencia de alguien que pueda imponer la paz o resolver los conflictos imparciales en el mundo. Pero no existe una policía mundial que pueda imponer la paz”, sentenció.
En ese sentido, el Embajador afirmó que Hobbes consideraba necesaria la creación de un gobierno común, pero que esta realidad no era extensible a las relaciones internacionales. “Entonces, no creía indispensable un Leviatán internacional”.