El año pasado, en el marco de la titulación póstuma que se realizó en memoria de Consuelo Zambra, el Instituto de Estudios Internacionales decidió entregar anualmente un reconocimiento -que lleva su nombre- al mejor promedio de cada promoción, el cual este año recayó en el recién titulado internacionalista, Javier Canales Riffo.
Este reconocimiento se hizo entrega el jueves pasado, en el marco de la ceremonia de titulación de la primera generación de Licenciados en Estudios Internacionales, programa de pregrado que imparte el Instituto en conjunto con la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, los cuales ingresaron a la carrera en 2018.
Para conocer más sobre su experiencia como estudiante y sus proyecciones profesionales, tuvimos ocasión de entrevistar a Canales Riffo, en una conversación donde compartió detalles significativos de su paso por el IEI y ofreció un mensaje inspirador para los futuros estudiantes interesados en las relaciones internacionales.
-¿Qué significó para ti recibir el Premio "Consuelo Zambra"?
-Son varios sentimientos a la vez. Recibí la noticia con mucha alegría, pero también con un profundo recuerdo del origen de este reconocimiento, que honra la memoria de Consuelo en nuestra carrera. Sin duda, el repentino final de la vida de nuestra compañera deja una marca imborrable en la memoria de nuestra generación, especialmente para sus amigos más cercanos. Es algo con lo que debemos aprender a convivir.
Tal como recordamos en su titulación póstuma, Consuelo no solo fue una excelente estudiante, sino también una persona muy atenta, participativa y preocupada por los demás. Por eso, que el premio lleve su nombre me parece un recordatorio de lo que debemos aspirar a ser como profesionales: combinar la excelencia en nuestra disciplina con la calidez humana.
Este premio reconoce al estudiante con el mejor promedio de notas de la generación, y en esta ocasión, me tocó a mí recibirlo. Sin embargo, no puedo dejar de reconocer que como generación fuimos muy aplicados y obtuvimos excelentes resultados en general. En nuestro grupo hay personas muy capaces y destacadas en lo que hacen. Esto me llena de orgullo y recibo el reconocimiento con mucha gratitud.
-¿Qué aspectos resaltarías de tu experiencia en nuestra Universidad y especialmente en las aulas de la carrera, tanto en relación a la labor de los profesores como al papel desempeñado por tus compañeros?
-El grupo que se formó en 2018 era variado en muchos aspectos. Un número no menor venía de distintas regiones, algunos nacieron en otros países y luego hicieron su vida aquí, y otros habían pasado por diferentes carreras antes de unirse a la nuestra. En resumen, todos teníamos historias de vida bastante diversas. Lo que teníamos en común era nuestro interés por los temas internacionales. Nos atrajo lo que íbamos a estudiar y decidimos apostar por esta nueva carrera.
Dado que éramos la primera generación, pasamos mucho tiempo juntos. En todo grupo humano, los ciclos se forman y se deshacen; tuvimos momentos de conexión y desacuerdo, pero siempre de apoyo mutuo. Lo que destaco es que predominó el respeto y la amabilidad. Siempre hubo personas preocupadas por los demás, organizando actividades y velando por el bienestar colectivo. Esto es algo que valoro enormemente.
En cuanto a los profesores, muchas veces tuvimos el privilegio de recibir clases de personas con una destacada trayectoria en relaciones internacionales o de académicos que son referentes en sus campos. En mi experiencia, enfrenté desafíos debido a la exigencia académica, pero también encontré profesionales que se preocupaban por nuestro aprendizaje más allá de las calificaciones. Todo esto se dio en un contexto de aprendizaje conjunto entre la universidad, los profesores y nosotros mismos, siendo la primera generación sin muchas referencias sobre lo que nos esperaba en la siguiente etapa. Hoy en día existe más información para mejorar y adaptar las prácticas a lo que da mejores resultados, lo que subraya la importancia de buscar siempre la mejora continua.
Lo que más valoro de mi experiencia en la carrera es que tuve el tiempo y las oportunidades para explorar las diferentes áreas que se presentaban a medida que avanzaba. Sentí la confianza que otros depositaban en mí para participar en diversos proyectos. Y, sin duda, atesoro especialmente las amistades que forjé durante esos años.
-¿Como egresado, cuáles son tus planes futuros o proyecciones profesionales?
-Me interesa mucho adquirir experiencia práctica y explorar trabajos que quizás no haya considerado anteriormente. Lo menciono porque creo que este es un momento propicio para abrirme a diversas opciones, conocer a nuevas personas y aprender sobre sus trayectorias profesionales.
Me gustaría dar el siguiente paso y regresar a la academia para especializarme en un tema específico. Sin embargo, antes de hacerlo, me gustaría familiarizarme con diferentes realidades laborales, ya que hay varios campos en los que puedo contribuir. Es importante para mí tener una comprensión más amplia y profunda de las oportunidades profesionales disponibles antes de tomar una decisión sobre mi futuro académico y profesional.
Soy consciente de lo difícil que puede ser encontrar un empleo estable en la actualidad. Hasta el momento, he tenido la posibilidad de trabajar en la administración pública y como asistente de investigación en la universidad. Considero que una opción viable es explorar nuevas áreas, si es posible, con el fin de ampliar mi horizonte y luego encontrar un campo en el que pueda dedicar mi entusiasmo. Además, planeo respaldar esta búsqueda con nuevos estudios para fortalecer mis habilidades y abrirme a más oportunidades laborales.
-¿En qué campo específico te gustaría desarrollarte profesionalmente?
-Al reflexionar sobre mi trayectoria, he prestado especial atención al ámbito de las políticas públicas y el desarrollo. Realicé un diploma en Desarrollo Internacional y, posteriormente, completé mi pasantía en el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, donde también tuve la oportunidad de trabajar por un tiempo realizando un reemplazo. Por lo tanto, es evidente que me gustaría seguir explorando este campo y desarrollándome en él. Además, siento un gran interés por el mundo de la Política Exterior y la Diplomacia.
Considero que esta es un área en la que me gustaría trabajar. Creo que combinar ambos aspectos me permitirá contribuir de manera significativa a la resolución de desafíos globales y al fortalecimiento de comunidades tanto a nivel nacional como internacional.
-¿Qué consejo o mensaje le darías a los interesados en ingresar a la Licenciatura en Estudios Internacionales?
Si sienten curiosidad por el amplio espectro que abarcan las relaciones internacionales, esta carrera les proporciona herramientas esenciales para sumergirse en su estudio. A partir de ahí se abre un abanico de posibilidades. Con dedicación, pueden adaptar estas herramientas para explorar y desarrollar sus propios intereses y motivaciones.
He visto a compañeros dedicarse a una variedad de temas, desde derecho internacional hasta propiedad intelectual de videojuegos. Algunos se enfocan en temas como defensa, migración, transición energética, derechos humanos y diplomacia. Otros muestran interés en la gestión internacional de eventos deportivos o en explorar diferentes regiones del mundo y sus culturas. La lista es larga. Es importante complementar estos estudios con actividades extracurriculares, como asistir a congresos, participar en seminarios, hacer voluntariado y abrirse a conocer gente nueva para aprender de sus experiencias.
Es fundamental mantener la perseverancia, ya que nada es fácil y rara vez las cosas salen perfectas a la primera. Esta lección la aprendí al final de mi recorrido académico.