I. A modo de Introducción:
El Tratado Antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959, en la ciudad de Washington, D.C., establece en su artículo IX que los representantes de las partes contratantes que poseen la calidad descrita en dicho artículo se reunirán en las denominadas Reuniones Consultivas (RCTA), de la que resultan decisiones, resoluciones y medidas, estas últimas jurídicamente vinculantes para las partes después de ser aprobadas por todas ellas.
Las partes contratantes antes mencionadas corresponden a los signatarios originarios del Tratado: Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, Sudáfrica y la Unión Soviética (actualmente la Federación de Rusia), a los que con el tiempo se sumaron Alemania, Brasil, Bulgaria, China, Corea del Sur, Ecuador, España, Finlandia, India, Italia, Países Bajos, Perú, Polonia, República Checa, Suecia, Ucrania y Uruguay. A estos últimos se denominó signatarios “no originarios”.
Estos 29 países poseen derecho a voz y voto dentro del Sistema del Tratado Antártico, y se reúnen una vez al año “con el fin de intercambiar informaciones, consultarse mutuamente sobre asuntos de interés común relacionados con la Antártida, y formular, considerar y recomendar a sus Gobiernos medidas para promover los principios y objetivos del Tratado”[1]. Primero, “se eligen las autoridades de la reunión y se presentan los informes de los Gobiernos depositarios de los instrumentos del Sistema y de otros organismos expertos”[2], tras lo cual los participantes se organizan en grupos de trabajo donde se presentan los documentos entregados, y que pueden ser los denominados “working papers” que contienen una parte denominada “propuesta” en que se expone lo que plantea el país de origen para estudio o adopción.
En el periodo comprendido entre 1998 (año en que entró en vigor el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección al Medio Ambiente, lo que se considera una nueva era para las partes consultivas) y 2022, las 29 partes consultivas presentaron un total de 1.223 “working papers”, de los cuales 285 cuentan con la participación de alguna de las 17 partes consultivas “no originarias”, participación que se desglosa en 116 documentos presentados en solitario por las partes, 58 presentados junto a un grupo de países, y 211 documentos en los que están presentes pero que fueron introducidos por otra parte.
Ver el aporte que ha realizado este grupo de países, así como su capacidad para asociarse con estados consultivos “originarios” resulta relevante puesto que la Antártica es un espacio donde se aprecia la relación entre la agenda geopolítica de algunos estados (en relación con la existencia o el ejercicio de derechos soberanos, o intereses sobre recursos naturales), con la agenda global que se traduce en temas que se definen por un interés general en la comunidad internacional.
Recordemos además que la Antártica es la mayor fuente de agua dulce del mundo, y de otras especies como el krill, y pese a que el sistema se ha visto fortalecido por la redacción y aprobación de las Convenciones para la Conservación de las Focas (1978), de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (1980), de los Recursos Minerales (no vigente, 1988) y del Protocolo sobre Conservación del Medio Ambiente (1998), no se sabe si se mantendrá de forma permanente o estará ajena a conflictos.
II. Aporte de los países consultivos “no originarios”:
● Documentos presentados: 385 de los 1.223 “working papers” que se encuentran contenidos en la base de datos de la Secretaría del Tratado Antártico.
La parte que ha estado presente en más documentos corresponde a Alemania (55), mientras que República Checa es la que menos figura patrocinando iniciativas (6).
Al revisar cómo ha sido la participación de cada una de las partes, China es la que ha suministrado la mayor cantidad de documentos en solitario (21 de 36); Alemania, el país que ha suministrado la mayor cantidad de documentos en compañía de otras partes (27 de 55 documentos); y Países Bajos quien más ha participado en documentos suministrados por otra parte, consultiva originaria o no (31 de 48).
Mención especial merece Italia, quien ha suministrado todos sus documentos en solitario, y Finlandia, quien no ha suministrado ningún documento en el periodo analizado.
● Temáticas presentadas: 34 de las 45 categorías disponibles por la Secretaría, siendo las categorías temáticas más numerosas: “planes de gestión” (69 documentos), “turismo y actividades no gubernamentales” (26 documentos), “protección de zonas y planes de gestión: general (25 documentos) y “funcionamiento STA: general” (23 documentos).
Estas 4 categorías concentran el 37% de los documentos de trabajo y en todas ellas los países consultivos “no originarios” poseen mayor presencia respecto a los 12 países signatarios originales del Tratado.
● Medidas adoptadas: Durante el periodo analizado se alcanzaron un total de 226 medidas, determinándose que en 50 de estas figuran países consultivos “no originarios”. Las partes con más presencia son: China (11 medidas), y España, India e Italia (10 medidas cada una).
● Temáticas presentadas por partes “no originarias” versus medidas adoptadas: Si se comparan las temáticas más presentadas por las partes con las medidas aprobadas que las consideraban, se puede ver que en estas últimas se concentraron en tres grupos: “Zonas Antárticas Especialmente Protegidas” (33 medidas), “sitios y monumentos históricos” (9 medidas) y “Zonas Antárticas Especialmente Administradas” (8 medidas).
En el caso de las medidas relacionadas con “Zonas Antárticas Especialmente Protegidas”, están corresponden, en su mayoría, a zonas antárticas ubicadas en las Shetland del Sur y el Mar de Ross.
Respecto a los “sitios y monumentos históricos” llama la atención de que la mayoría de las medidas de este grupo fueron alcanzadas de manera particular por los países en estudio.
Finalmente, en el caso de las “Zonas Antárticas Especialmente Administradas” estas se concentraron en dos áreas geográficas: isla Decepción y las colinas Larsemann en Antártica Oriental.
III. Comentarios Finales:
Lo anteriormente presentado no fue lo único que logró determinar esta investigación, pues más allá de las temáticas y medidas presentadas por los “no originarios” se pudo determinar aquellos países que más se asocian al momento de participar o alcanzar medidas al interior de las Reuniones Consultivas.
Los datos expusieron que estos corresponden a Reino Unido y Alemania. Mientras con Reino Unido se asociaron: Alemania, Brasil, Bulgaria, España, Finlandia, Países Bajos, República Checa, Suecia y Ucrania; con Alemania lo hicieron: Brasil, China, Corea, España, Finlandia, India, Italia, Países Bajos, Perú, Polonia, República Checa y Suecia.
En cuanto a la consecución de medidas, como se vio, 4 partes han logrado concretar en más ocasiones (China, España, India e Italia), pero la realidad de estas acciones difiere en cada una de ellas.
Mientras China, por ejemplo, ha concretado sólo 4 medidas en solitario y 7 junto a otros países (destacando acá Australia, India, Rusia, Corea e Italia[3]), tanto India como Italia, han desplegado iniciativas en solitario, consiguiendo 6 y 7 medidas (de 10).
Esto demuestra que el sólo hecho de presentar documentos no es suficiente, y las partes deben realizar un trabajo en paralelo, puesto que como menciona María Luisa Carvallo, en ocasiones las conversaciones para lograr acuerdo suponen el envío de más de un documento en los años anteriores a la consecución de la medida.
Finalmente cabe indicar que, si se remite únicamente al grupo de países indicado en el título de esta nota, son Alemania, China, España, India, Italia y los Países Bajos, quienes “aparecen” como actores con roles relativamente más decisivos al interior del Sistema del Tratado Antártico.
[1] Artículo IX, Tratado Antártico 1959.
[2] M.L. Carvallo, “Las reuniones consultivas: el sui generis poder legislativo de la Antártica”, Diplomacia (2009), p. 48.
[3] Ha concretado 4 medidas con Australia, India y Rusia; 2 medidas con Australia; y 1 con Corea e Italia.