Edmond Mulet fue nombrado en el cargo por el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, en reemplazo del chileno Juan Gabriel Valdés. De origen guatemalteco e importante experiencia diplomática, Mulet también ejerce como jefe de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).
En el encuentro, realizado en la mañana del viernes 22 de junio, Mulet destacó la importancia de la presencia de fuerzas internacionales en ese país, puesto que su situación aún es frágil, afirmando que el aporte de los contingentes de la ONU han sido fundamentales en la reducción de las violaciones a los derechos humanos.
Destacó que Naciones Unidas sólo ha podido generar los avances necesarios, pues cuenta con la buena voluntad del gobierno de Haití, y el importantísimo aporte de los países latinoamericanos. En ese sentido enfatizó que un 70 por ciento de las tropas de esta misión de operación de paz viene de América Latina, lo que facilita la empatía con los habitantes y aleja las sospechas de una intención imperialista.
Entre los desafíos más importantes se considera el de generar capacidades propias de gobierno, logrando la reconstrucción institucional y social de un Estado que actualmente es frágil, pero que se puede superar trabajando en el fortalecimiento del Estado de Derecho. Para lograr esto se requiere incentivar reformas en diversos niveles de la estructura administrativa, que se basarían en tres pilares: reformas al sistema policial, al judicial y al penitenciario. Ellos, sin dejar de lado las mejoras en el sistema productivo y en la educación.
Mulet afirmó que la misión debe irse adaptando a los cambios en la situación del país, de manera de poder prestar apoyo donde se haga más necesario. Así, se avanza hacia una evolución desde el apoyo militar armado, formado principalmente por infantería, hacia un nuevo contingente con mayor capacidad de aportar en el área civil y en la reconstrucción de las instituciones, como ingenieros navales y aéreos que apoyen las labores de patrullaje en zonas limítrofes.
