Hacía tiempo que el fervor de la campaña no encendía la imaginación de sectores aletargados por el 11/9 y los errores de Bush en Irak. La era post Bush se avecina y con ello, quizás el agotamiento de una estrategia económica y política neo conservadora.
La elecciones de EE UU desde Chicago a California ha provocado un cuasi tsunami político como señal de una reacción y un despertar del letargo político provocado por los errores en resultados electorales en Florida el año 2004 en la disputada contienda Bush-Gore.
A ello se agrega el rechazo a la intervención de EE UU en Irak y hace un año nubarrones se ciernen sobre su economía. Crecer menos es un desafío económico y político. Junto a ello, ya el cambio climático se instaló como el tema de campaña, con tanta fuerza como lo fue el caso de los derechos humanos y la democracia en los años anteriores. Como consecuencia de estos nuevos escenarios y como nunca antes en la historia se abre la ventana a una mujer presidente y/o, a un afro americano en el mismo cargo.
A pesar de las rancheras a favor de Obama éste, perdió en Texas y en el populoso Ohio. Ese estado es mítico porque ningún presidente ha sido electo sin ganar Ohio en los últimos 100 años.
Faltan 12 primarias y capturar el voto de 796 superdelegados claves para determinar quien será el nominado en la próxima convención demócrata. En este escenario un outsider como Obama tiene más dificultades de ganar la nominación en la maquinaria del partido.
En esta campaña que como nuca antes reactivó la democracia y despertó a la sociedad civil, la tecno campaña ha sido clave, blogs, propaganda audiovisual y otras TICS, han creado inéditos canales de participación. Un ejercicio encomiable. Al respecto, se dice que la campaña virtual de Obama se asemejó a un Mac y la de Hillary a un PC .Formatos y discursos que ellos han perfilado en sus campañas. Guerrilla inalámbrica y electrónica que se suma a la lucha por recaudar fondos que son el combustible de la campaña.
Al parecer mientras Hillary transpira en sus giras y discursos, Obama es quién inspira.
Mientras, la Sra. Clinton promete organización y busca eficiencia, Obama aparece desordenado pero con una visión nueva y fresca. Detrás de su imagen, se sueña con la nostalgia y el aura de los años de la generación de los Kennedy El apoyo en vivo y en directo de Edward, fue esencial. Esta imagen se proyecta y aumenta esa sensación de que emerge una nueva visión.
La campaña ha sido sucia y se sacan todas las debilidades del adversario pero en especial su falta de veracidad y de habilidades para el cargo. Bill no ha desperdiciado oportunidad para dar golpes bajos a Obama. Pero éste ha resistido y contraatacando bien. Si ella dice, que ha viajado por 80 países Obama, le responde si andaba trabajando o, arrancando de los malos momentos que tuvo la administración Clinton.
Un biógrafo, conocedor de ambos, señaló que mientras la entrevista a ella, se nota que trata de impresionarlo cuando conversa con Obama lo escucha con interés. Ella es buena negociadora y conoce los laberintos del poder. Respeta a los republicanos y sabe que debe gobernar con ellos. Él no tiene esa rica experiencia.
Ambos candidatos tendrán que oponerse a un valiente guerrero americano, McCAin, quien tiene trayectoria de héroe de guerras, un discurso mas tolerante que el de su presidente, de fácil comprensión para un público que tiene miedo por la eventual recesión, por la baja de popularidad de su país en el mundo y por una eventual debacle de un partido republicano que ha sido afectado por los errores de Bush. McCain, usa el miedo y si llegara a ganar sería por la polarización del debate y por la las divisiones de los demócratas.
Con McCain, los republicanos volverían a sentirse orgullosos de su partido y devolverían al pueblo norteamericano un recto sentido de destino manifiesto, que ha perdido su ruta de viaje.
El tsunami de esta campaña avanza en busca del cambio por sobretodo, aspira más al idealismo de Obama que al pragmatismo de Hillary y McCain.
No es fácil para los demócratas unirse después de una campaña que deja heridas. Hillary incluso derramó lágrimas al sentir sus derrotas en varias primarias y observó con interés las campañas de las mujeres que ganaron en Alemania y Chile. Ella sabe que debe superarse a si misma y a su partido para ganar el sillón presidencial .Su discurso ya no es para sus colegas del Senado sino para millones de electores. No es por ser mujer o, demócrata que la pueden elegir. El género y la raza ya no son el issue divisorio sin para variar la economía. Obama, tiene el mismo desafío. No será electo por su color sino por su visión y capacidad de dar tranquilidad a los actores económicos y liderazgo.
Creo que en ésta elección los candidatos que se enfrente en noviembre, deberán unir corazón y mente, dar la señal que el país está por sobre otra consideración y que será tan gobernable bajo su liderazgo porque saben navegar en las aguas tormentosas que se avecinan.
Walter Sánchez (Ph.D.)
Profesor Titular
IEI
[Fecha original de publicación: 4 de agosto de 2008]
