El 4 de Septiembre, México inició una investigación antidumping contra China, después de una larga lista de medidas similares entre China y Estados Unidos. Una más en la estrategia proteccionista que los países han elegido, aprovechando la justificación y una especie de solidaridad silenciosa que han resultado de la crisis financiera. Y que sobretodo contradicen consistentemente los compromisos adquiridos por los países en el marco del las Declaraciones hechas en las reuniones del G-20.
El G-20 que reúne a una serie de países de economías desarrolladas y emergentes se reunió en Pittsburgh, el 24 y 25 de septiembre del presente año, estando nuestra región representada por Argentina, Brasil y México. En su Declaración reiteraron su preocupación por la importante contracción en el comercio, sin precedentes desde la crisis de 1930, y un optimismo frente a la recuperación. Comprometieron consistencia en sus políticas comerciales y reafirmaron su responsabilidad, adquirida en Londres y Washington, de apoyar el libre comercio y futuras liberalizaciones. Apremiaron nuevamente los avances en la Ronda de Doha, fijando como fin el 2010.
Parece que las declaraciones siguen siendo eso nada más, actualmente el Global Trade Alert registra 438 medidas que afectan el comercio impuestas tanto por los países desarrollados como en desarrollo y a pesar de las reuniones de Delhi y de Ginebra y las promesas de finalizar la Ronda de Doha el 2010 la incertidumbre es aún significativa.
Asimismo, los compromisos y necesidades sobre los temas relacionados con el cambio climático aparecen mencionados en la Declaración de Líderes de la Reunión de Pittsburgh el mismo número de veces que la palabra comercio. En lo que respecta a estos temas en la realidad de nuestra región es necesario plantear una serie de interrogantes: ¿No son los temas de cambio climático una importante fuente de futuro proteccionismo? ¿Existe conciencia en los países desarrollados de su responsabilidad histórica en el tema, como se refiriera el Primer Ministro Chino en su declaración en el Foro Económico Mundial en septiembre de este año? ¿Los países en desarrollo debemos incluir con la misma prioridad los temas de cambio climático sobre nuestras estrategias de desarrollo? ¿Ahora la transferencia de tecnología que no ha sido evidente aparece unida a la producción de energía "limpia"? ¿Doha debe conservar sus objetivos comerciales y de desarrollo, y seguir dejando los temas climáticos para los Foros correspondientes?
En lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, Zoellick explica que el G-20 tiene que "darse cuenta de que para alcanzar un acuerdo, habrá que ver cómo encajan (en esa lucha) los temas de desarrollo".
El creciente proteccionismo plantea la necesidad de una respuesta enérgica por parte de los países del G-20, definiendo una ofensiva de liberalización comercial, respaldando a la OMC, y los países en desarrollo debemos cuestionarnos y ordenar nuestras prioridades antes de contaminar las discusiones con más elementos.
