Que un argentino terminara su carrera de grado y continuara su formación del otro lado de la Cordillera de los Andes no fue el camino que eligieron históricamente los profesionales del país que nació "de espaldas al río y mirando a Europa".
Sin embargo, pese a las revueltas estudiantiles que ya son parte del escenario académico cotidiano en Chile, esta opción empieza a resonar entre los universitarios que ansían tener un título internacional pero vieron frustrada esta chance por las dificultades para atesorar divisas...
Andrea Neirot (30 años) en 2011 llegó a Santiago para cursar el Magíster en Estudios Internacionales en la Universidad de Chile, con una beca del gobierno de ese país. "Dentro de mi área de trabajo, este organismo posee un gran prestigio y trayectoria. Y su posicionamiento en rankings internacionales está por encima de cualquier universidad argentina, lo cual le otorga un mayor reconocimiento al título obtenido", aseguró.
"Además, la posibilidad de realizar un estudio en el extranjero conlleva consigo una experiencia y crecimiento profesional y personal únicos", opinó Neirot.