Eduardo Carreño Lara:

El Buen Gobierno y el desarrollo del e-gov en África Subsahariana

El Buen Gobierno y el desarrollo del e-gov en África Subsahariana

La crisis de la deuda que afectó a gran parte de los países en desarrollo durante los años ochenta y la consecuente aplicación de los Planes de Ajuste Estructural, instaló como temas en discusión a finales de esa década ya no sólo la necesidad de una reducción del tamaño del Estado, sino que también la necesidad de contar con un mejor gobierno. Surge así la idea del ¿buen gobierno¿ o ¿gobernanza¿, entendida ésta como el sistema de reglas, procesos y prácticas que determinan cómo el poder político es ejercido.

Prof. Eduardo Carreño Lara.

En este mismo contexto, varias dimensiones de la idea de gobernanza pueden ser utilizadas para evaluar el empleo de los sistemas de información en organizaciones públicas, ya sea en términos de la estructura burocrática, del funcionamiento de ésta, de la entrega de servicios y de la interacción con la ciudadanía. Internet y otras Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs) se transforman en herramientas para evaluar el funcionamiento y transparencia de las agencias estatales, como asimismo para estimar la proclividad de éstas a abrir espacios a nuevas formas de interacción gobierno-ciudadanía, gobierno-sector privado, gobierno-funcionarios, y gobierno-gobierno.

Así, el e-gov comienza a ser entendido como el uso de TICs -particularmente de internet- como medio para la entrega de servicios a ciudadanos y otras entidades públicas y privadas, lográndose así ventajas operacionales para el desarrollo de la actividad gubernamental por cuanto lo anterior implica una reducción del trabajo administrativo, la provisión permanente de servicios e información a los ciudadanos, y una reducción en los tiempo de respuesta y en los márgenes de error. Todos estos factores contribuyen a un aumento de la eficacia y eficiencia de la totalidad sector público.

La incorporación de TICs en el quehacer público también implica una serie de medidas para mejorar las funciones administrativas. Así, el e-gov es visto en muchas ocasiones como sinónimo o condición para la gobernanza, la cual ha sido asociada a la existencia de instituciones democráticas y a una activa participación ciudadana; sin embargo, es importante dejar de manifiesto que el e-gov es sólo una parte de la e-gobernanza por cuanto éste implica el proporcionar servicios gubernamentales de manera electrónica y la reducción del carácter físico de las transacciones gobierno-ciudadanía; y la e-gobernanza, por su parte, prevé el empleo de la web y otras tecnologías para evaluar el funcionamiento del Estado democrático por medio de una red de interacciones que fomentan la transparencia y participación.

En el caso de los países de África Subsahariana, los aún reducidos índices de incorporación de TICs en los diversos ámbitos de la sociedad son vistos por las autoridades de gobierno como uno de los menores problemas que vive un continente marcado por una historia de esclavitud, de dificultades en su consolidación político-institucional en el período postcolonial, de sangrientos conflictos, y de un sinnúmero de problemas sociales. Sin embargo, no es menor que el día de hoy más de mil millones de personas se encuentren fuera de la sociedad global de la información, en donde la utilización y buen manejo de estas tecnologías marcan la diferencia entre los países avanzados e industriales y los menos desarrollados.

Los casos de Kenia, Nigeria, Costa de Marfil y Zimbabwe son ejemplos de avances destacables. Las TICs han sido incorporadas en muchos sectores, incluyendo la banca, la agricultura, la minería, la investigación, la defensa nacional, los servicios médicos y las comunicaciones, pero todavía los niveles de aplicación de software, de prácticas y de políticas de regulación de telecomunicaciones varían enormemente entre estos países.    

Por otra parte, los índices de conectividad, de empleo del computador y de difusión de comunicaciones inalámbricas también son muestras de la penetración de las TICs en esta región del mundo. Así, el e-commerce o comercio electrónico también ha comenzado a ganar un espacio, encontrándose aún en las primeras etapas de desarrollo, pero ya dando señales de las ventajas que trae consigo esta dimensión del uso de internet.

Ahora bien, la implementación de programas de e-gov depende claramente de la disponibilidad y permanente desarrollo de infraestructuras, de una visión y estrategia, del compromiso gubernamental, de la alfabetización digital y de la conectividad. En este sentido, lamentablemente, muchos de los países de África Subsahariana carecen de lo anterior, existiendo inadecuados sistemas de información, recursos humanos inexpertos en el manejo de TICs, ausencia de leyes y políticas en el ámbito de la seguridad informática, y abismales descoordinaciones en la puesta en marcha de estos proyectos.

El desarrollo del e-gov en la mayoría de estos países aún se encuentra en fases primarias, es decir, debe superarse el estadio en donde no existe una mayor interacción entre los distintos actores, aun cuando los portales de internet están diseñados para integrar actividades gubernamentales y procesos a fin de facilitar la comunicación. Ejemplo de esto son los casos de Benin, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Kenia, Mauritania, Mozambique, Namibia, Nigeria, Ruanda, Senegal, Sierra Leona, Swazilandia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe.        

Para enfrentar esta situación, Naciones Unidas a través de la Comisión Económica para África (UNECA en su sigla en inglés) ha apoyado los esfuerzos nacionales en esta materia mediante los Planes de Infraestructura Nacional de Información y Comunicación, los cuales corresponden a cuerpos integrados de decisiones, directrices, leyes, regulaciones y otros mecanismos definidos para administrar la producción, adquisición y uso de las TICs en sectores estratégicos de los países africanos: agricultura, salud, educación, administración pública, gobernanza y participación democrática, medio ambiente y turismo  

La UNECA exige la elaboración y puesta en práctica de estos planes, como también la priorización de proyectos y programas que puedan fomentar de manera sostenible el desarrollo de una sociedad de la información en estos países y ampliar así el impacto de estas tecnologías a la mayoría de los sectores del quehacer nacional. Ghana, Malí, Mauricio, Senegal y Sudáfrica son de los pocos países de África Subsahariana que han logrado establecer y materializar estos planes, integrando éstos en la mayoría de los casos consideraciones sociales que son vinculadas a ámbitos como la masificación en la utilización de tecnologías, al establecimiento de políticas de telecomunicaciones y al fomento del desarrollo industrial. Asimismo, estos planes dejan de manifiesto el invaluable rol de diversos actores gubernamentales y no gubernamentales -nacionales e internacionales- por cuanto sin un accionar proactivo de los distintos participantes, la consecución de los objetivos estratégicos se complejiza aun más.              

En suma, muchos gobiernos de África Subsahariana han reconocido los potenciales beneficios que traen consigo la sociedad de la información y la economía del conocimiento, sin embargo, aún existente factores estructurales en las sociedades africanas que impiden su participación en éstas. Los principales desafíos son ahora integrar en estos proyectos la concepción del e-gov no sólo como mera una incorporación de tecnología en los procesos decisionales, sino que debe entenderse que lo anterior también implica un cambio cultural que lleva a los distintos actores a ver en éste una oportunidad para el fortalecimiento de la democracia, para la participación ciudadana y para la prestación por parte del sector público de bienes y servicios de manera eficaz, eficiente y oportuna.

 

 

Un análisis más detallado de este tema se materializa en la investigación en desarrollo titulada "E-Government in African Countries: An Overview and Perspectives for a Reinforcement of Public E-Procurement System", Centro de Estudios de Política Comercial (IEI) - Virtual Institute Programme (UNCTAD)

Eduardo Carreño es Académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.

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